• Lucas 10:29

    Pero él, queriendo justificarse, le preguntó a Jesús: — ¿Y quién es mi prójimo?

  • Lucas 10:30

    Respondiendo Jesús, le dijo: — Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones quienes lo despojaron de su ropa, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto.

  • Lucas 10:31

    Por casualidad, descendía cierto sacerdote por aquel camino y, al verle, pasó de largo.

  • Lucas 10:32

    De igual manera, un levita también llegó al lugar y, al ir y verle, pasó de largo.

  • Lucas 10:33

    Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó cerca de él y, al verle, fue movido a misericordia.

  • Lucas 10:34

    Acercándose a él, vendó sus heridas echándoles aceite y vino. Y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él.

  • Lucas 10:35

    Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al mesonero diciéndole: “Cuídamelo, y todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.

  • Lucas 10:36

    ¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en manos de ladrones?

  • Lucas 10:37

    Él dijo: — El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: — Ve y haz tú lo mismo.

  • Lucas 10:38

    Prosiguiendo ellos su camino, él entró en una aldea; y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.

  • Lucas 10:39

    Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual se sentó a los pies del Señor y escuchaba su palabra.

  • Lucas 10:40

    Pero Marta estaba preocupada con muchos quehaceres y, acercándose, dijo: — Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado servir sola? Dile, pues, que me ayude.

  • Lucas 10:41

    Pero respondiendo el Señor, le dijo: — Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas.

  • Lucas 10:42

    Pero una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

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