• Lucas 11:33

    “Al encender una lámpara nadie la pone en oculto ni debajo de un cajón sino sobre un candelero para que todos los que entren vean la luz.

  • Lucas 11:34

    La lámpara de tu cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo está sano, también todo tu cuerpo está lleno de luz. Pero cuando es malo, también tu cuerpo está en tinieblas.

  • Lucas 11:35

    Mira, pues, no sea que la luz que hay en ti sea tinieblas.

  • Lucas 11:36

    Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz y no tiene ninguna parte oscura, estará todo lleno de luz como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor”.

Continúa después de la publicidad