• Lucas 22:29

    Yo, pues, dispongo para ustedes un reino, como mi Padre lo dispuso para mí,

  • Lucas 22:30

    para que coman y beban en mi mesa en mi reino, y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

  • Lucas 22:31

    »Simón, Simón, he aquí Satanás me ha pedido para zarandearte como a trigo.

  • Lucas 22:32

    Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falle. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.

  • Lucas 22:33

    Él le dijo: — Señor, estoy listo para ir contigo aun a la cárcel y a la muerte.

  • Lucas 22:34

    Pero él dijo: — Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes de que tú hayas negado tres veces que me conoces.

  • Lucas 22:35

    Y les dijo a ellos: — Cuando los envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado, ¿les faltó algo? Ellos dijeron: — Nada.

  • Lucas 22:36

    Entonces les dijo: — Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela; y también la alforja. Y el que no tiene espada, venda su manto y compre una.

  • Lucas 22:37

    Porque les digo que es necesario que se cumpla en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los malhechores. Porque lo que está escrito de mí tiene cumplimiento.

  • Lucas 22:38

    Entonces ellos dijeron: — Señor, he aquí dos espadas. Y él dijo: — Basta.

  • Lucas 22:39

    Después de salir, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también lo siguieron.

  • Lucas 22:40

    Cuando llegó al lugar, les dijo: — Oren que no entren en tentación.

  • Lucas 22:41

    Y él se apartó de ellos a una distancia considerable y, puesto de rodillas, oraba

  • Lucas 22:42

    diciendo: — Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad sino la tuya.

  • Lucas 22:43

    [Entonces le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.

  • Lucas 22:44

    Y angustiado, oraba con mayor intensidad, de modo que su sudor era como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra].

  • Lucas 22:45

    Cuando se levantó de orar y volvió a sus discípulos, los halló dormidos por causa de la tristeza.

  • Lucas 22:46

    Y les dijo: — ¿Por qué duermen? Levántense y oren para que no entren en tentación.

  • Lucas 22:47

    Mientras él aún hablaba, he aquí vino una multitud. El que se llamaba Judas, uno de los doce, venía delante de ellos y se acercó a Jesús para besarle.

  • Lucas 22:48

    Entonces Jesús le dijo: — Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?

  • Lucas 22:49

    Al ver los que estaban con él lo que había de ocurrir, le dijeron: — Señor, ¿heriremos a espada?

  • Lucas 22:50

    Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha.

  • Lucas 22:51

    Entonces respondiendo Jesús, dijo: — ¡Basta de esto! Y tocando su oreja, lo sanó.

  • Lucas 22:52

    Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los magistrados del templo y a los ancianos que habían venido contra él: — ¿Como contra un asaltante han salido con espadas y palos?

  • Lucas 22:53

    Habiendo estado con ustedes cada día en el templo, no extendieron la mano contra mí. Pero esta es la hora de ustedes y la del poder de las tinieblas.

  • Lucas 22:54

    Lo prendieron, lo llevaron y le hicieron entrar en la casa del sumo sacerdote. Y Pedro lo seguía de lejos.

  • Lucas 22:55

    Cuando encendieron fuego en medio del patio y se sentaron alrededor, Pedro también se sentó entre ellos.

  • Lucas 22:56

    Entonces una criada, al verlo sentado junto a la lumbre, lo miró fijamente y dijo: — ¡Este estaba con él!

  • Lucas 22:57

    Pero él negó diciendo: — Mujer, no lo conozco.

  • Lucas 22:58

    Un poco después, al verlo otro, le dijo: — ¡Tú también eres de ellos! Y Pedro dijo: — Hombre, no lo soy.

  • Lucas 22:59

    Como una hora después, otro insistía diciendo: — Verdaderamente, también este estaba con él porque es galileo.

  • Lucas 22:60

    Y Pedro dijo: — ¡Hombre, no sé lo que dices! Y de inmediato, estando él aún hablando, el gallo cantó.

  • Lucas 22:61

    Entonces el Señor se volvió y miró a Pedro, y Pedro se acordó de la palabra del Señor como le había dicho: “Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres veces”.

  • Lucas 22:62

    Y saliendo fuera, Pedro lloró amargamente.

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