• Lucas 7:11

    Aconteció que, poco después, él fue a la ciudad que se llama Naín. Sus discípulos y una gran multitud lo acompañaban.

  • Lucas 7:12

    Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un muerto, el único hijo de su madre la cual era viuda. Bastante gente de la ciudad la acompañaba.

  • Lucas 7:13

    Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: — No llores.

  • Lucas 7:14

    Luego se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces le dijo: — Joven, a ti te digo: ¡Levántate!

  • Lucas 7:15

    Entonces el que había muerto se sentó y comenzó a hablar. Y Jesús lo entregó a su madre.

  • Lucas 7:16

    El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios diciendo: — ¡Un gran profeta se ha levantado entre nosotros! ¡Dios ha visitado a su pueblo!

  • Lucas 7:17

    Y esto que se decía de él se difundió por toda Judea y por toda la tierra de alrededor.

  • Lucas 7:18

    A Juan le informaron sus discípulos acerca de todas estas cosas. Entonces Juan llamó a dos de sus discípulos

  • Lucas 7:19

    y los envió al Señor para preguntarle: “¿Eres tú aquel que ha de venir, o esperaremos a otro?”.

  • Lucas 7:20

    Cuando los hombres vinieron a Jesús, le dijeron: — Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: “¿Eres tú aquel que ha de venir, o esperaremos a otro?”.

  • Lucas 7:21

    En aquella hora Jesús sanó a muchos de enfermedades, de plagas y de espíritus malos; y a muchos ciegos les dio la vista.

  • Lucas 7:22

    Y respondiendo, les dijo: — Vayan y hagan saber a Juan lo que han visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son hechos limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio.

  • Lucas 7:23

    Bienaventurado es el que no toma ofensa en mí.

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