• Lucas 8:16

    “Ninguno que enciende una lámpara la cubre con una vasija, o la pone debajo de la cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz.

  • Lucas 8:17

    Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado ni nada escondido que no haya de ser conocido y salir en claro.

  • Lucas 8:18

    “Miren, pues, cómo oyen; porque a cualquiera que tenga le será dado, y a cualquiera que no tenga, aun lo que piense tener le será quitado”.

  • Lucas 8:19

    Vinieron hacia él su madre y sus hermanos, pero no podían llegar a él a causa de la multitud.

  • Lucas 8:20

    Entonces se le avisó: — Tu madre y tus hermanos están fuera deseando verte.

  • Lucas 8:21

    Pero él, respondiendo, les dijo: — Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la hacen.

  • Lucas 8:22

    Aconteció en uno de aquellos días que él entró en una barca, y también sus discípulos. Y les dijo: — Pasemos a la otra orilla del lago. Y zarparon.

  • Lucas 8:23

    Pero mientras ellos navegaban él se durmió. Entonces se desencadenó una tempestad de viento en el lago, y ellos se anegaban y peligraban.

  • Lucas 8:24

    Acercándose a él, lo despertaron diciendo: — ¡Maestro, Maestro! ¡Perecemos! Y despertándose reprendió al viento y al oleaje del agua; y cesaron y se hizo bonanza.

  • Lucas 8:25

    Entonces les dijo: — ¿Dónde está la fe de ustedes? Atemorizados, se maravillaron diciéndose los unos a los otros: — ¿Quién es este que manda aun a los vientos y al agua, y le obedecen?

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