• Marco 14:33

    Tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse.

  • Marco 14:34

    Y les dijo: — Mi alma está muy triste, hasta la muerte. Quédense aquí y velen.

  • Marco 14:35

    Pasando un poco adelante, se postraba en tierra y oraba que de ser posible, pasase de él aquella hora.

  • Marco 14:36

    Decía: — ¡Abba, Padre, todo es posible para ti! ¡Aparta de mí esta copa! Pero no lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.

  • Marco 14:37

    Volvió y los halló durmiendo, y le dijo a Pedro: — Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una sola hora?

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