• Marco 4:20

    Y aquellos que fueron sembrados en buena tierra son los que oyen la palabra, la reciben y producen fruto a treinta, a sesenta y a ciento por uno”.

  • Marco 4:21

    También les dijo: “¿Acaso se trae una lámpara para que sea puesta debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es para que sea puesta sobre el candelero?

  • Marco 4:22

    Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni nada escondido sino para que salga en claro.

  • Marco 4:23

    Si alguno tiene oídos para oír, oiga”.

  • Marco 4:24

    Les dijo también: “Consideren lo que oyen: Con la medida con que miden, ustedes serán medidos y les será añadido.

  • Marco 4:25

    Porque al que tiene le será dado, y al que no tiene aun lo que tiene le será quitado”.

  • Marco 4:26

    También decía: “Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra.

  • Marco 4:27

    Él duerme de noche y se levanta de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.

  • Marco 4:28

    Porque de por sí la tierra da fruto: primero el tallito, luego las espigas y después el grano lleno en la espiga.

  • Marco 4:29

    Y cuando el fruto se ha producido, en seguida él mete la hoz porque la siega ha llegado”.

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