• Marco 4:3

    “¡Oigan! He aquí un sembrador salió a sembrar.

  • Marco 4:4

    Y mientras sembraba, aconteció que parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron.

  • Marco 4:5

    Otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra, y en seguida brotó porque la tierra no era profunda.

  • Marco 4:6

    Y cuando salió el sol se quemó y, porque no tenía raíces, se secó.

  • Marco 4:7

    Otra parte cayó entre los espinos. Y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto.

  • Marco 4:8

    Y otras semillas cayeron en buena tierra, y creciendo y aumentando dieron fruto. Y llevaban fruto a treinta, sesenta y ciento por uno”.

  • Marco 4:9

    Y decía: “El que tiene oído para oír, oiga”.

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