• Marco 9:33

    Llegó a Capernaúm. Y cuando estuvo en casa, Jesús les preguntó: — ¿Qué disputaban entre ustedes en el camino?

  • Marco 9:34

    Pero ellos callaron, porque lo que habían disputado los unos con los otros en el camino era sobre quién era el más importante.

  • Marco 9:35

    Entonces se sentó, llamó a los doce y les dijo: — Si alguno quiere ser el primero deberá ser el último de todos y el siervo de todos.

  • Marco 9:36

    Y tomó a un niño y lo puso en medio de ellos; y tomándolo en sus brazos, les dijo:

  • Marco 9:37

    — El que en mi nombre recibe a alguien como este niño, a mí me recibe; y el que a mí me recibe no me recibe a mí sino al que me envió.

  • Marco 9:38

    Juan le dijo: — Maestro, vimos a alguien que echaba fuera demonios en tu nombre, y se lo prohibimos porque no nos seguía.

  • Marco 9:39

    Pero Jesús dijo: — No se lo prohíban, porque nadie que haga milagros en mi nombre podrá después hablar mal de mí.

  • Marco 9:40

    Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

  • Marco 9:41

    Cualquiera que les dé un vaso de agua en mi nombre, porque son de Cristo, de cierto les digo que jamás perderá su recompensa.

  • Marco 9:42

    »Y a cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le atara una gran piedra de molino al cuello y que fuera echado al mar.

  • Marco 9:43

    »Si tu mano te hace tropezar, córtala. Mejor te es entrar manco a la vida que, teniendo dos manos, ir al infierno, al fuego inextinguible.

  • Marco 9:44

    [5],

  • Marco 9:45

    Si tu pie te hace tropezar, córtalo. Mejor te es entrar cojo a la vida que, teniendo dos pies, ser echado al infierno.

  • Marco 9:46

    [6],

  • Marco 9:47

    Y si tu ojo te hace tropezar, sácalo. Mejor te es entrar con un solo ojo al reino de Dios que, teniendo dos ojos, ser echado en el infierno,

  • Marco 9:48

    donde su gusano no muere, y el fuego nunca se apaga.

  • Marco 9:49

    »Porque todo será salado con fuego.

  • Marco 9:50

    Buena es la sal; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué será salada? Tengan sal en ustedes y vivan en paz los unos con los otros.

Continúa después de la publicidad