• Mateo 8:28

    Una vez llegado a la otra orilla, a la región de los gadarenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que habían salido de los sepulcros. Eran violentos en extremo, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.

  • Mateo 8:29

    Y he aquí, ellos lanzaron gritos diciendo: — ¿Qué tienes con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?

  • Mateo 8:30

    Lejos de ellos estaba paciendo un gran hato de cerdos,

  • Mateo 8:31

    y los demonios le rogaron diciendo: — Si nos echas fuera, envíanos a aquel hato de cerdos.

  • Mateo 8:32

    Él les dijo: — ¡Vayan! Ellos salieron y se fueron a los cerdos, y he aquí todo el hato de cerdos se lanzó al mar por un despeñadero y murieron en el agua.

  • Mateo 8:33

    Los que apacentaban los cerdos huyeron, se fueron a la ciudad y lo contaron todo, aun lo que había pasado a los endemoniados.

  • Mateo 8:34

    Y he aquí, toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, cuando lo vieron, le rogaban que se fuera de sus territorios.

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