• Mateo 9:20

    Y he aquí una mujer que sufría de hemorragia desde hacía doce años se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;

  • Mateo 9:21

    porque ella pensaba dentro de sí: “Si solamente toco su vestido, seré sanada”.

  • Mateo 9:22

    Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: — Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue sanada desde aquella hora.

Continúa después de la publicidad