• Mateo 9:34

    Pero los fariseos decían: — Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.

  • Mateo 9:35

    Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.

  • Mateo 9:36

    Y cuando vio las multitudes, tuvo compasión de ellas porque estaban acosadas y desamparadas como ovejas que no tienen pastor.

  • Mateo 9:37

    Entonces dijo a sus discípulos: “A la verdad, la mies es mucha, pero los obreros son pocos.

  • Mateo 9:38

    Rueguen, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.

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