• Nehemías 4:4

    ¡Escucha, oh Dios nuestro, porque somos objeto de desprecio! Devuelve su afrenta sobre sus cabezas, y entrégalos como presa en una tierra de cautividad.

  • Nehemías 4:5

    No cubras su iniquidad ni su pecado sea borrado de delante de ti, porque provocaron a los que edificaban.

  • Nehemías 4:6

    Así reedificamos la muralla, y fueron unidos todos los tramos de la muralla hasta la mitad de su altura; porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.

  • Nehemías 4:7

    Pero sucedió que cuando Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod oyeron que proseguía la reconstrucción de los muros de Jerusalén y que las brechas habían comenzado a ser cerradas, se encolerizaron mucho.

  • Nehemías 4:8

    Conspiraron todos juntos para venir a combatir contra Jerusalén y causarle daño.

  • Nehemías 4:9

    Entonces oramos a nuestro Dios, y a causa de ellos pusimos guardia contra ellos de día y de noche.

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