• Nehemías 4:7

    Pero sucedió que cuando Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod oyeron que proseguía la reconstrucción de los muros de Jerusalén y que las brechas habían comenzado a ser cerradas, se encolerizaron mucho.

  • Nehemías 4:8

    Conspiraron todos juntos para venir a combatir contra Jerusalén y causarle daño.

  • Nehemías 4:9

    Entonces oramos a nuestro Dios, y a causa de ellos pusimos guardia contra ellos de día y de noche.

  • Nehemías 4:10

    Pero los de Judá dijeron: — Las fuerzas de los cargadores se han debilitado y los escombros son muchos. Nosotros no podremos reedificar la muralla.

  • Nehemías 4:11

    Y nuestros enemigos dijeron: — Que no sepan ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra.

  • Nehemías 4:12

    Pero sucedió que cuando vinieron los judíos que habitaban cerca de ellos, nos dijeron diez veces: “De todos los lugares a donde se vuelvan, vendrán contra nosotros”.

  • Nehemías 4:13

    Entonces distribuí al pueblo por familias, detrás de la muralla en sus partes más bajas y en sus partes desprotegidas, con sus espadas, sus lanzas y sus arcos.

  • Nehemías 4:14

    Después que inspeccioné, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: — ¡No teman delante de ellos! Acuérdense del Señor grande y temible, y combatan por sus hermanos, por sus hijos, por sus hijas, por sus mujeres y por sus casas.

  • Nehemías 4:15

    Sucedió que cuando nuestros enemigos oyeron que nos habíamos enterado y que Dios había desbaratado su plan, volvimos todos al muro, cada uno a su trabajo.

  • Nehemías 4:16

    Pero desde aquel día la mitad de mis hombres trabajaba en la obra, y la otra mitad empuñaba las lanzas, los escudos, los arcos y las corazas. Y los capitanes estaban detrás de toda la casa de Judá.

  • Nehemías 4:17

    Tanto los que reedificaban el muro como los que llevaban cargas estaban armados; con una mano trabajaban en la obra y con la otra empuñaban la jabalina.

  • Nehemías 4:18

    Los que edificaban llevaban cada uno su espada ceñida al cinto; así edificaban. Y el que tocaba la corneta estaba junto a mí.

  • Nehemías 4:19

    Entonces dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: — La obra es grande y amplia, y nosotros estamos distanciados en la muralla, lejos los unos de los otros.

  • Nehemías 4:20

    En el lugar donde oigan el sonido de la corneta, allí reúnanse con nosotros. Y nuestro Dios combatirá por nosotros.

  • Nehemías 4:21

    Así trabajábamos nosotros en la obra, y la mitad de ellos empuñaban las lanzas, desde la aurora hasta la aparición de las estrellas.

  • Nehemías 4:22

    En aquel tiempo también dije al pueblo: — Cada uno con su criado quédese a pasar la noche dentro de Jerusalén, de modo que nos sirvan de noche como centinelas y de día como obreros.

  • Nehemías 4:23

    Ni yo ni mis hermanos ni mis hombres ni la guardia que me acompañaba, ninguno de nosotros nos quitamos nuestra ropa; y cada uno tenía su jabalina a su derecha.

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