• Romanos 8:2

    porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

  • Romanos 8:3

    Porque Dios hizo lo que era imposible para la ley, por cuanto ella era débil por la carne: Habiendo enviado a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne

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