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Antes que fuera humillado, yo erraba; pero ahora guardo tu palabra.
             
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Tú eres bueno y bienhechor; enséñame tus leyes.
             
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Los soberbios forjaron engaño contra mí pero yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
             
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El corazón de ellos se ha vuelto insensible como sebo; pero yo me he deleitado en tu ley.
             
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Bueno me es haber sido afligido para que aprenda tus leyes.
             
            
    
    
    
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