- 
                
                
Oh SEÑOR, ¿qué es el hombre para que pienses en él? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo estimes?
             
                    - 
                
                
El hombre es semejante a un soplo; sus días son como la sombra que pasa.
             
                    - 
                
                
Oh SEÑOR, inclina tus cielos y desciende; toca las montañas y humeen.
             
                    - 
                
                
Despide relámpagos y dispérsalos; envía flechas y túrbalos.
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad