• Salmo 38:9

    Oh Señor, delante de ti están todos mis deseos, y mi gemido no te es oculto.

  • Salmo 38:10

    Mi corazón palpita fuertemente, y mi vigor me ha abandonado. Aun la luz de mis ojos ya no está conmigo.

  • Salmo 38:11

    Mis amigos y compañeros se han apartado de mi plaga; mis parientes se han mantenido alejados.

  • Salmo 38:12

    Los que buscaban mi vida armaron trampas, y los que procuraban mi mal profirieron amenazas. Maquinaban fraudes todo el día.

  • Salmo 38:13

    Pero yo, como si fuera sordo, no escuchaba, y era como un mudo que no abre la boca.

  • Salmo 38:14

    Actué como un hombre que no oye, y en cuya boca no hay amonestación.

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