• Santiago 2:1

    Hermanos míos, tengan la fe de nuestro glorioso Señor Jesucristo sin hacer distinción de personas.

  • Santiago 2:2

    Porque si en su congregación entra un hombre con anillo de oro y ropa lujosa, y también entra un pobre con vestido sucio,

  • Santiago 2:3

    y solo atienden con respeto al que lleva ropa lujosa y le dicen: “Siéntate tú aquí en buen lugar”; y al pobre le dicen: “Quédate allí de pie” o “Siéntate aquí a mis pies”,

  • Santiago 2:4

    ¿no hacen distinción entre ustedes, y no vienen a ser jueces con malos criterios?

  • Santiago 2:5

    Amados hermanos míos, oigan: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que lo aman?

  • Santiago 2:6

    Pero ustedes han afrentado al pobre. ¿No los oprimen los ricos, y no son ellos los que los arrastran a los tribunales?

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