• Santiago 3:8

    Pero ningún hombre puede domar su lengua; porque es un mal incontrolable, lleno de veneno mortal.

  • Santiago 3:9

    Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres que han sido creados a la semejanza de Dios.

  • Santiago 3:10

    De la misma boca salen bendición y maldición. No puede ser, hermanos míos, que estas cosas sean así.

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