• Zacarías 2:1

    Después alcé mis ojos y miré, y he aquí un hombre que tenía en su mano una cuerda de medir.

  • Zacarías 2:2

    Le pregunté: — ¿A dónde vas? Y él me respondió: — A medir a Jerusalén, para ver cuál es su ancho y cuál es su largo.

  • Zacarías 2:3

    Y he aquí, cuando salía el ángel que hablaba conmigo, otro ángel le salió al encuentro,

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