• 1 Corintios 2:11

    Pues ¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así también, nadie ha conocido las cosas profundas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

  • 1 Corintios 2:12

    Y nosotros no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado gratuitamente.

  • 1 Corintios 2:13

    De estas cosas estamos hablando, no con las palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, interpretando lo espiritual por medios espirituales.

  • 1 Corintios 2:14

    Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura; y no las puede comprender, porque se han de discernir espiritualmente.

  • 1 Corintios 2:15

    En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, mientras que él no es juzgado por nadie.

  • 1 Corintios 2:16

    Porque, ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién lo instruirá?. Pero nosotros tenemos la mente de Cristo.

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