• 1 Reyes 13:20

    Y aconteció que estando ellos sentados a la mesa, vino la palabra del SEÑOR al profeta que lo había hecho volver,

  • 1 Reyes 13:21

    y clamó al hombre de Dios que había venido de Judá, diciendo: — Así ha dicho el SEÑOR: “Porque has sido desobediente al dicho del SEÑOR y no guardaste el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te había mandado,

  • 1 Reyes 13:22

    sino que volviste y comiste pan y bebiste agua en este lugar del cual él te había dicho que no comieras pan ni bebieras agua, tu cuerpo no entrará en el sepulcro de tus padres”.

  • 1 Reyes 13:23

    Sucedió que cuando había comido pan y bebido agua, el profeta que lo había hecho volver le aparejó el asno.

  • 1 Reyes 13:24

    Cuando se fue, un león lo encontró en el camino y lo mató. Su cadáver quedó tendido en el camino. El asno estaba de pie junto a él, y también el león estaba de pie junto al cadáver.

  • 1 Reyes 13:25

    Y he aquí que pasaron unos hombres y vieron el cadáver que estaba tendido en el camino y el león que estaba de pie junto al cadáver, y fueron y lo dijeron en la ciudad donde habitaba el profeta anciano.

  • 1 Reyes 13:26

    Cuando se enteró el profeta que lo había hecho volver del camino, dijo: — Él es el hombre de Dios que fue desobediente al mandato del SEÑOR. Por eso el SEÑOR lo ha entregado al león, que lo ha destrozado y matado conforme a la palabra que el SEÑOR le había dicho.

  • 1 Reyes 13:27

    Entonces habló a sus hijos diciendo: — Aparéjenme el asno. Ellos se lo aparejaron.

  • 1 Reyes 13:28

    Y fue y halló el cadáver tendido en el camino, y el asno y el león que estaban junto al cadáver. El león no había devorado el cadáver ni había destrozado al asno.

  • 1 Reyes 13:29

    El profeta levantó el cuerpo del hombre de Dios, lo colocó sobre el asno y se lo llevó. El profeta anciano fue a la ciudad para hacer duelo por él y sepultarlo.

  • 1 Reyes 13:30

    Puso su cuerpo en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él diciendo: — ¡Ay, hermano mío!

  • 1 Reyes 13:31

    Sucedió que después de haberlo sepultado, habló a sus hijos diciendo: — Cuando yo muera, sepúltenme en el sepulcro en que está sepultado el hombre de Dios. Pongan mis restos junto a los suyos,

  • 1 Reyes 13:32

    porque sin duda sucederá lo que él proclamó por mandato del SEÑOR contra el altar que está en Betel y contra todos los santuarios de los lugares altos que hay en las ciudades de Samaria.

  • 1 Reyes 13:33

    Después de este suceso, Jeroboam no se volvió de su mal camino. Más bien, volvió a designar sacerdotes de entre la gente común para los lugares altos. Investía a quien deseaba, y él llegaba a ser sacerdote de los lugares altos.

  • 1 Reyes 13:34

    Y esto vino a ser el pecado de la casa de Jeroboam, por lo cual fue cortada y destruida de sobre la faz de la tierra.

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