• 1 Reyes 18:25

    Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: — Escojan el toro y prepárenlo ustedes primero, porque ustedes son la mayoría. Invoquen el nombre de su dios, pero no pongan fuego.

  • 1 Reyes 18:26

    Ellos tomaron el toro que les fue dado, y lo prepararon. Luego invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: — ¡Oh Baal, respóndenos! Pero no hubo voz ni quien respondiera. Mientras tanto ellos danzaban junto al altar que habían hecho.

  • 1 Reyes 18:27

    Y sucedió que hacia el mediodía, Elías se burlaba de ellos diciendo: — ¡Griten a gran voz, porque es un dios! Quizás está meditando, o está ocupado, o está de viaje. Quizás está dormido y hay que despertarlo.

  • 1 Reyes 18:28

    Ellos clamaban a gran voz y se sajaban el cuerpo con espadas y con lanzas, conforme a su costumbre, hasta hacer chorrear la sangre sobre ellos.

  • 1 Reyes 18:29

    Y sucedió que cuando pasó el mediodía, ellos seguían profetizando frenéticamente hasta la hora de ofrecer la ofrenda vegetal, y no había voz ni quien respondiera ni escuchara.

  • 1 Reyes 18:30

    Entonces Elías dijo a todo el pueblo: — ¡Acérquense a mí! Todo el pueblo se acercó a él. Luego él reparó el altar del SEÑOR que estaba arruinado.

  • 1 Reyes 18:31

    Elías tomó doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien le vino palabra del SEÑOR diciendo: “Israel será tu nombre”.

  • 1 Reyes 18:32

    Y edificó con las piedras un altar en el nombre del SEÑOR. Después hizo una zanja alrededor del altar, en la cual pudieran caber quince litros de agua.

  • 1 Reyes 18:33

    Luego arregló la leña, cortó el toro en pedazos y los puso sobre la leña.

  • 1 Reyes 18:34

    Entonces dijo: — Llenen cuatro cántaros de agua y derrámenla sobre el holocausto y sobre la leña. Luego dijo: — Háganlo por segunda vez. Y lo hicieron por segunda vez. Dijo aún: — Háganlo por tercera vez. Y lo hicieron por tercera vez,

  • 1 Reyes 18:35

    de modo que el agua corría alrededor del altar y llenó también la zanja.

  • 1 Reyes 18:36

    Cuando llegó la hora de presentar la ofrenda vegetal, se acercó el profeta Elías y dijo: — ¡Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo; y que por tu palabra he hecho todas estas cosas!

  • 1 Reyes 18:37

    Respóndeme, oh SEÑOR; respóndeme, para que este pueblo reconozca que tú, oh SEÑOR, eres Dios, y que tú haces volver el corazón de ellos.

  • 1 Reyes 18:38

    Entonces cayó fuego del SEÑOR, que consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo; y lamió el agua que estaba en la zanja.

  • 1 Reyes 18:39

    Al verlo toda la gente, se postraron sobre sus rostros y dijeron: — ¡El SEÑOR es Dios! ¡El SEÑOR es Dios!

  • 1 Reyes 18:40

    Entonces Elías les dijo: — ¡Prendan a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno de ellos! Los prendieron, y Elías los hizo descender al arroyo de Quisón, y allí los degolló.

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