• 2 Corintios 3:7

    Y si el ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, vino con gloria — tanto que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual se había de desvanecer — ,

  • 2 Corintios 3:8

    ¡cómo no será con mayor gloria el ministerio del Espíritu!

  • 2 Corintios 3:9

    Porque si el ministerio de condenación era con gloria, ¡cuánto más abunda en gloria el ministerio de justificación!

  • 2 Corintios 3:10

    Pues lo que había sido glorioso no es glorioso en comparación con esta excelente gloria.

  • 2 Corintios 3:11

    Porque si lo que se desvanecía era por medio de gloria, ¡cuánto más excede en gloria lo que permanece!

  • 2 Corintios 3:12

    Así que, teniendo tal esperanza, actuamos con mucha confianza;

  • 2 Corintios 3:13

    no como Moisés, quien ponía un velo sobre su cara para que los hijos de Israel no se fijaran en el fin de lo que se estaba desvaneciendo.

  • 2 Corintios 3:14

    Sin embargo, sus mentes fueron endurecidas; pues hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, el mismo velo sigue puesto, porque solo en Cristo es quitado.

  • 2 Corintios 3:15

    Aún hasta el día de hoy, cada vez que leen a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.

  • 2 Corintios 3:16

    Pero cuando se conviertan al Señor, el velo será quitado.

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