• 2 Samuel 14:18

    Entonces el rey respondió y dijo a la mujer: — Por favor, no me encubras nada de lo que te voy a preguntar. La mujer dijo: — Hable mi señor el rey.

  • 2 Samuel 14:19

    El rey preguntó: — ¿No está contigo la mano de Joab en todo esto? La mujer respondió y dijo: — ¡Vive tu alma, oh mi señor el rey! Nadie se podrá desviar ni a la derecha ni a la izquierda de todo lo que habla mi señor el rey. Ciertamente fue Joab tu servidor quien me mandó. Él puso todas estas palabras en boca de tu sierva.

  • 2 Samuel 14:20

    Joab, tu servidor, hizo esto para cambiar la situación presente. Pero mi señor es sabio, conforme a la sabiduría de un ángel de Dios, para conocer todo lo que hay en la tierra.

  • 2 Samuel 14:21

    Entonces el rey dijo a Joab: — He aquí, yo concedo esto: Ve y haz volver al joven Absalón.

  • 2 Samuel 14:22

    Joab se postró en tierra sobre su rostro, y haciendo reverencia, bendijo al rey. Entonces dijo Joab: — Hoy ha entendido tu siervo que ha hallado gracia ante tus ojos, oh mi señor el rey, pues el rey ha concedido la petición de su siervo.

  • 2 Samuel 14:23

    Entonces Joab se levantó, fue a Gesur y trajo a Absalón a Jerusalén.

  • 2 Samuel 14:24

    Pero el rey dijo: — Que se vaya a su casa y no vea mi cara. Así que Absalón se fue a su casa, y no vio la cara del rey.

  • 2 Samuel 14:25

    En todo Israel no había un hombre tan alabado por su belleza como Absalón. Desde la planta de su pie hasta su coronilla, no había defecto en él.

  • 2 Samuel 14:26

    Cuando se cortaba el cabello (cosa que hacía al final de cada año porque le era pesado, y por ello se lo cortaba), el cabello de su cabeza pesaba dos kilos y medio.

  • 2 Samuel 14:27

    A Absalón le nacieron tres hijos y una hija, que se llamaba Tamar. Ella era una mujer hermosa.

  • 2 Samuel 14:28

    Durante dos años estuvo Absalón en Jerusalén y no vio la cara del rey.

  • 2 Samuel 14:29

    Y Absalón mandó llamar a Joab para enviarlo al rey, pero Joab no quiso venir a él. Lo mandó llamar por segunda vez, pero él no quiso venir.

  • 2 Samuel 14:30

    Entonces Absalón dijo a sus siervos: — Miren, la parcela de Joab está junto a la mía, y allí él tiene cebada. Vayan y préndanle fuego. Los siervos de Absalón prendieron fuego a la parcela.

  • 2 Samuel 14:31

    Entonces Joab se levantó, fue a la casa de Absalón y le preguntó: — ¿Por qué han prendido fuego tus siervos a mi parcela?

  • 2 Samuel 14:32

    Absalón respondió a Joab: — He aquí, yo envié por ti diciendo: “Ven acá para que te envíe al rey y le digas: ‘¿Para qué vine de Gesur? Mejor me hubiera sido quedar aún allá’”. Ahora pues, quiero ver la cara del rey; y si hay culpa en mí, que me haga morir.

  • 2 Samuel 14:33

    Joab fue al rey y se lo informó. Entonces llamó a Absalón, el cual vino al rey y se postró sobre su rostro en tierra ante él. Y el rey besó a Absalón.

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