"El rey preguntó: — ¿No está contigo la mano de Joab en todo esto? La mujer respondió y dijo: — ¡Vive tu alma, oh mi señor el rey! Nadie se podrá desviar ni a la derecha ni a la izquierda de todo lo que habla mi señor el rey. Ciertamente fue Joab tu servidor quien me mandó. Él puso todas estas palabras en boca de tu sierva."

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