• 2 Tesalonicenses 3:8

    ni hemos comido de balde el pan de nadie. Más bien, trabajamos arduamente hasta la fatiga, de noche y de día, para no serles gravosos a ninguno de ustedes;

  • 2 Tesalonicenses 3:9

    no porque no tuviéramos autoridad sino para darles en nuestras personas un ejemplo a imitar.

  • 2 Tesalonicenses 3:10

    Aún estando con ustedes los amonestábamos así: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.

  • 2 Tesalonicenses 3:11

    Porque hemos oído que algunos andan desordenadamente entre ustedes, sin trabajar en nada sino entrometiéndose en lo ajeno.

  • 2 Tesalonicenses 3:12

    A los tales les ordenamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajando sosegadamente coman su propio pan.

Continúa después de la publicidad