• 2 Timoteo 4:16

    En mi primera defensa nadie estuvo de mi parte. Más bien, todos me desampararon. No se les tome en cuenta.

  • 2 Timoteo 4:17

    Pero el Señor sí estuvo conmigo y me dio fuerzas para que, por medio de mí, fuera cumplida la predicación, y que todos los gentiles escucharan. Y fui librado de la boca del león.

  • 2 Timoteo 4:18

    El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

  • 2 Timoteo 4:19

    Saluda a Priscila y a Aquilas, y a la casa de Onesíforo.

  • 2 Timoteo 4:20

    Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto.

  • 2 Timoteo 4:21

    Procura venir antes del invierno. Te saludan Eubulo, Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos.

  • 2 Timoteo 4:22

    El Señor Jesucristo sea con tu espíritu. La gracia sea con ustedes.

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