Pero Dios me dijo: No edificarás casa a mi nombre, porque has sido hombre de guerra, y has derramado sangre.

Fuiste hombre de guerra, y derramaste sangre. La Iglesia, o estado espiritual del mundo, del cual el templo de Jerusalén habría de ser un tipo, estaría presidida por Aquel que habría de ser preeminentemente el Príncipe de Paz, y por lo tanto estaría representada no tanto por David , cuya misión había sido preparatoria de la batalla y la conquista, como por su hijo, que debería reinar en paz inquebrantable.

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