Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella deseaba, todo lo que ella pedía, además de lo que Salomón le dio de su generosidad real. Entonces ella dio media vuelta y se fue a su propia tierra, ella y sus sirvientes.

Todo su deseo, cualquier cosa que ella pidiera, además, es decir, Salomón no sólo le dio a su ilustre huésped toda la intuición e información que ella quería, sino que, de acuerdo con la moda oriental, que es preguntar o especificar ciertos objetos que serían agradables de obtener, le dio una amplia remuneración por los regalos que había traído, es decir, además de los regalos de él a cambio de los de ella, hizo una donación gratuita de lo que ella quisiera.

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