Y ahora que mi padre os cargó con un pesado yugo, yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con látigos, pero yo os castigaré con escorpiones.

Látigos ... escorpiones. Estos últimos, en contraste con los primeros, se supone que significan correas gruesas con nudos duros y puntas de hierro afiladas, utilizadas en el castigo de los esclavos; a veces en tiempos posteriores infligido a los mártires cristianos [Septuaginta, skorpiois]. La flagelación se realizaba postrando a la víctima en el suelo en toda su extensión; mientras sus miembros se mantenían abajo por la fuerza, una persona con un látigo le azotaba en la espalda desnuda.

El látigo que tenía varios latigazos, concuerda con el relato de los judíos, de que el suyo tenía 3 correas, de las cuales 13 golpes daban 39 latigazos. Algunos piensan que esto era lo que se refería a los "escorpiones", infligidos generalmente a los esclavos: y si es así, la burla de Roboam implicaba que sería un déspota, y trataría a sus súbditos como siervos.

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