Pero si no obedecéis la voz de Jehová, sino que os rebeláis contra el mandamiento de Jehová, la mano de Jehová estará contra vosotros, como estuvo contra vuestros padres.

Pero si no obedecéis la voz del Señor... Poner ante ellos las consecuencias alternativas de la obediencia y la desobediencia a la autoridad de la ley divina era, como bien señala Graves, 'Una lección peculiarmente necesaria al comienzo del gobierno real que el pueblo había pedido, por un cierto grado de impaciencia bajo esa teocracia que Dios por medio de Moisés había establecido'.

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