Y cuando Samuel se volvió para irse, echó mano a la falda de su manto, y se rasgó.

Se agarró de la falda de su manto, х mª`iylow ( H4598 )] -su túnica superior, túnica oficial, de manera humilde y suplicante (cf. Isaías 4:1 ; Zacarías 8:23 ). Los versículos que preceden y siguen a esta declaración demuestran que el comportamiento de Saúl hacia el profeta estaba lleno de sumisión y humildad.

La separación entre Samuel y Saúl fue una escena apasionante, cada uno siendo superado por la fuerza de emociones fuertes aunque diferentes. En una agonía de excitación mental, Saúl agarró la ropa del profeta, mientras éste se apresuraba a alejarse con furia vehemente, para detenerlo. La rasgadura del manto fue señalada hábilmente como una representación significativa y misteriosa de su separación del trono.

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