2 Corintios 12:12

Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.

Verdaderamente ... Se entiende alguna cláusula como, 'sin embargo, no he sido elogiado por ti'.

Con toda paciencia [ hupomonee ( G5281 )] en signos...A B Delta G 'Aleph (') f g, Vulgata, omiten "en". "Paciencia", o perseverancia, no es una "señal", sino el elemento EN el cual se realizaron las señales. Traduce, 'EN ... paciencia, MEDIANTE señales', etc. Su expresión es modesta, poniéndose a sí mismo, el obrero, en segundo plano: "se realizaron", no 'yo realicé'. La primera "señales" se refiere a las evidencias; la segunda, a los milagros. Dado que las señales no se nos han transmitido, tampoco se ha transmitido el apostolado. Los apóstoles no tienen sucesores literales (cf. Hechos 1:21 ).

Obras poderosas , [ dunamesin ( G1411 )] - Las obras de la omnipotencia divina. El silencio de los apóstoles en catorce cartas en cuanto a los milagros surge del hecho de que esas cartas son exhortativas, no controversiales. Las alusiones ocasionales a los milagros en siete cartas demuestran que los escritores no eran entusiastas para quienes los milagros parecían lo más importante. Para ellos, las doctrinas eran el asunto principal, excepto cuando se trataba de convencer a los adversarios. En las siete cartas, la mención de los milagros no es intrusiva, sino que está marcada por una tranquila seguridad, como si fueran hechos reconocidos por todos y, por lo tanto, innecesarios de enfatizar. Esto es una prueba más fuerte de su realidad que si se afirmaran formalmente. "Señales y maravillas" es la fórmula regular del Antiguo Testamento, que los lectores del Nuevo Testamento entenderían como obras sobrenaturales. Además, en los evangelios, los milagros están tan estrechamente ligados a la historia que no se pueden negar los primeros sin negar también esta última. Entonces tienes una dificultad aún mayor, que es explicar el surgimiento del cristianismo. Por lo tanto, el incrédulo tiene algo infinitamente más difícil de creer que lo que rechaza y lo que el cristiano acepta.