Pero él le envió embajadores, diciendo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, rey de Judá? No vengo hoy contra ti, sino contra la casa con la que tengo guerra, porque Dios me ha mandado que me apresure; no te metas con Dios, que está conmigo, para que no te destruya.

Pero él envió embajadores... ¿Qué tengo que hacer contigo, rey de Judá? No queriendo gastar tiempo ni fuerzas en vano, Necao informó al rey de Judá que no tenía intención de molestar a los judíos, que su expedición estaba dirigida únicamente contra su antiguo enemigo asirio, y que la había emprendido por encargo expreso de Dios. Los comentaristas no se ponen de acuerdo en si se trataba realmente de una comisión divina dada por Jeremías, o si simplemente utilizó el nombre de Dios como autoridad para que Josías no se negara a obedecer. Como no podía saber la verdad de la declaración de Necao, Josías no pecó al oponerse a él; o si pecó, fue un pecado de ignorancia.

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