Y uno de los hombres de Joab se puso junto a él, y dijo: El que favorece a Joab, y el que está a favor de David, que vaya tras Joab.

El que favorece a Joab, y el que está a favor de David, que vaya tras Joab. A la caída de Amasa, Joab asumió el mando por su propia voluntad; y es una prueba sorprendente de su influencia sin igual sobre el ejército, que con este villano asesinato perpetrado ante sus ojos, lo siguieron unánimemente como su líder en la persecución de Sabá. Un soldado unió su nombre con el de David, y tal hechizo mágico hubo en el mundo.

"Joab", que todo el pueblo "siguió", tanto los hombres de Amasa como el resto. La conjunción de estos dos nombres es muy significativa. Muestra que el uno no podía prescindir del otro: ni Joab para rebelarse contra David, ni David para deshacerse de Joab, aunque lo odiara.

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