Pero Amasa no hizo caso de la espada que estaba en la mano de Joab, y le hirió con ella en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y no volvió a herirle; y él murió. Entonces Joab y Abisai su hermano siguieron a Seba hijo de Bicri.

Lo golpeó... en la quinta costilla. El asiento del hígado y los intestinos, donde las heridas son mortales.

No lo golpeó de nuevo, es decir, lo despachó al primer golpe.

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