Por tanto, los prudentes guardarán silencio en ese tiempo; porque es un tiempo malo.

Por lo tanto, el prudente - el espiritualmente sabio.

Guardará silencio en ese tiempo; porque es un mal tiempo - no el mero silencio de la lengua, sino que el prudente se guardará quieto de tomar parte en cualquier asunto público o privado que pueda evitar; ya que es "un tiempo malo", y uno en el que toda ley se anula., "Mirad, pues, con diligencia andar, no como necios, sino como sabios, aprovechando el tiempo, porque los días son malos"; y, "Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando el tiempo", se refiere a esto. En lugar de agitarse impacientemente contra los males irremediables, los sabios piadosos no arrojarán perlas a los cerdos (que responden a "los que están fuera"), quienes las pisotearían y desgarrarían a los oferentes, sino que esperará pacientemente el tiempo de liberación de Dios en sumisión silenciosa ( "Estaba mudo, no abrí mi boca, porque tú lo hiciste.También en el tiempo del "mal", es decir, calamidad, el piadoso prudente se someterá silenciosamente al golpe de Dios; como cuando Nadab y Abiú, los hijos de Aarón, habían sido devorados por el "fuego del Señor", porque ofreció "fuego extraño", y el Señor dijo: "Seré santificado en los que se acercan a mí", "Aarón calló",).

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