Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas.

Entonces deja que nuestros semblantes se miren delante de ti ... y como ves, haz con tus siervos - ilustrando, "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca del Señor".

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