Al Señor nuestro Dios pertenecen las misericordias y los perdones, aunque nos hayamos rebelado contra él;

Al Señor nuestro Dios pertenecen las misericordias, el plural intensifica la fuerza: la misericordia es múltiple y se manifiesta de innumerables maneras. Como es humillante recordar "la justicia es de Dios", por lo que es reconfortante que "las misericordias también pertenecen al Señor NUESTRO Dios".

Aunque nos hemos rebelado contra él, mejor dicho, desde, etc. (Vulgata). Nuestra única esperanza ahora debe ser, no nuestra justicia, de la cual no tenemos ninguna, sino sus "misericordias"; "porque nos hemos rebelado contra él" Ya que hemos apedreado tanto, habrá un campo grande para el ejercicio de sus misericordias. Así que David suplica: "Por amor de tu nombre, oh Señor, perdona mi iniquidad, PORQUE es grande". O bien, es una respuesta a la objeción tácita: si las misericordias le pertenecen, ¿cómo, entonces, ha entregado a su pueblo a tales miserias? La respuesta es que Él ha sido llevado a ello por nuestra rebelión (Grotius). Nuestro castigo no es incompatible con sus "misericordias", ya que nos hemos rebelado contra Él.

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