Mas acontecerá que si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; que todas estas maldiciones vendrán sobre ti, y te alcanzarán:

Pero... si no escuchas la voz del Señor. Ahora se enumeran las maldiciones que les seguirían en caso de desobediencia; y son equivalentes casi exactos a las bendiciones que se describieron en el contexto anterior como la recompensa de una fiel adhesión al pacto.

El paralelo se observa en los detalles especificados, (Deuteronomio 28:16) ; y la bendición especial del Cielo en todas sus empresas, prometida a la obediencia fiel y continuada, es sustituida por una maldición absoluta ( Deuteronomio 28:20 ) que se cierne sobre ellos en cada situación.

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