Y cuando vino el mes séptimo, y estando los hijos de Israel en las ciudades, el pueblo se juntó como un sólo hombre en Jerusalén.

Cuando llegó el séptimo mes. La partida de "los hijos de la provincia" ( Esdras 2:1 : cf. Nehemías 8:6 ), los exiliados que regresan de Judá y Benjamín, de Babilonia tuvo lugar en la primavera; y durante algún tiempo después de su llegada estuvieron ocupados en la necesaria obra de levantar habitaciones para sí mismos en medio de las ruinas de Jerusalén y sus alrededores, porque no había calles, puertas, ni muros fortificados, ni casas cómodas para su recepción y protección.

Habiendo completado este trabajo preliminar, se dirigieron a reconstruir el altar de la ofrenda quemada, y, como estaba cerca el séptimo mes del año sagrado, que corresponde al último fin de nuestro septiembre, cuando es la fiesta de los tabernáculos ( Levítico 23:1 ) cayó para ser observado, resolvieron celebrar esa fiesta religiosa, tal como si el templo hubiera sido completamente restaurado.

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