Es una noche muy guardada para el SEÑOR por haberlos sacado de la tierra de Egipto: esta es la noche del SEÑOR para ser guardada por todos los hijos de Israel en sus generaciones.

Es una noche que debe guardarse mucho para el Señor... Esta memorable noche del éxodo ocurrió en el día 14-15 de la luna, cerca del equinoccio de primavera, es decir, a finales de marzo o principios de abril. La repetición de la frase en otra forma en la última cláusula del verso, con respecto al carácter impresionante y solemne de las transacciones de esa noche, muestra la importancia de la fiesta conmemorativa. El rito iniciático de la circuncisión era indispensable; pero una vez cumplida esa obediencia, todos los israelitas, independientemente de las diferencias de rango, riqueza o estado exterior, tenían derecho a participar plenamente y en pie de igualdad en los privilegios y bendiciones de la alianza.

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