Esto es lo que ha mandado Jehová: Recoged de él cada uno conforme a su comida, un gomer para cada uno, conforme al número de vuestras personas; tomad cada uno para los que están en sus tiendas.

Recoge de ella cada uno según su comida. El maná era el regalo de Dios, pero los israelitas tenían que recogerlo. La misma ley prevalece en el reino de la gracia como en el de la naturaleza. Dios le da a Su pueblo el pan de cada día en respuesta a la oración, pero ellos deben esforzarse por conseguirlo.

Un gomer para cada hombre: un gomer equivalía a unos tres cuartos.

Tomad cada uno para los que están en sus tiendas. Esta declaración se ha fijado recientemente como una objeción a la veracidad de la narración, en oposición al hecho registrado en  (Levítico 23:42 ), como la base de la fiesta conmemorativa de los tabernáculos. Pero no hay ninguna contradicción; porque, concediendo que las multitudes, incluso la mayoría de los israelitas, no tuvieran otro refugio que Succoth, las cabañas (y en el estado entonces bien arbolado del desierto no podían experimentar ninguna dificultad para conseguir ramas en abundancia con las que construirlas), una gran proporción del pueblo que había continuado con los pastores, estaría acostumbrada a vivir en tiendas, y, como era habitual en sus vagabundeos nómadas, llevaría los materiales con ellos.

Es más, suponiendo que en el momento del éxodo hubiera un gran número de personas sin tiendas, cuán fácil habría sido para aquellos cuyas mujeres estaban acostumbradas a hilar y tejer telas de pelo de cabra, proveerse de esta clase de postes para cubrirse con los árboles del desierto, y erigir tiendas para ellos mismos. Y suponiendo que lo hicieran, no hay necesidad de suponer que dos millones de personas necesitaran 200.000 tiendas, sobre la base de que la decencia no permitiría que hubiera más de 10 personas en cada tienda.

Es absurdo limitar el número, porque todos los que conocen los hábitos de los pueblos nómadas saben que, dejando caer una parte de la cubierta como cortina, dividen la tienda en compartimentos más o menos numerosos, según sus necesidades.

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