Y tú, hijo de hombre, ¿no será que en el día en que les quite su fuerza, el gozo de su gloria, el deseo de sus ojos, y aquello en que se propongan sus mentes, sus hijos y sus hijas,

¿No será que en el día que les quite su fuerza, el gozo de su gloria, el deseo de sus ojos... que el que escape en aquel día vendrá a ti, para hacértelo oír? "El día" al que se refieren estos versículos es el día de la destrucción del templo, cuando el fugitivo "escapa".

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