Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Un nuevo corazón - una nueva mente y voluntad.

Y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros , es decir, un nuevo motivo y principio de acción.

Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, el corazón inconmovible en las cosas serias; como el "suelo pedregoso", no apto para recibir la buena semilla para dar fruto.

Y os daré un corazón de carne , no 'carnal', en oposición a 'espiritual'; pero impresionables y dóciles, aptos para recibir la buena semilla. Aquí no les ordena: "Haced de vosotros un corazón nuevo y un espíritu nuevo". Aquí Dios dice: "Os daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros". Así se muestra que la responsabilidad del hombre y la gracia soberana de Dios son coexistentes. El hombre no puede hacerse un corazón nuevo a menos que Dios se lo dé ( Filipenses 2:12 ).

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