Entonces José vino y dio aviso a Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tienen, son de la tierra de Canaán; y he aquí, están en la tierra de Gosén.

José... le dijo a Faraón... Mi padre y mis hermanos. José constituye un bello ejemplo de un hombre que podía soportar por igual los extremos de la prosperidad y la adversidad. Por muy elevado que fuera, no olvidó que tenía un superior. Por mucho que amara a su padre, y por mucho que deseara mantener a toda la familia, no quiso hacer los arreglos que había planeado para su estancia en Gosén, hasta que no obtuviera la aprobación de su señor real.

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