Y se quedó aún otros siete días; y envió la paloma; el cual no volvió más a él.

Él... envió la paloma; que no volvió... nunca más. En estos resultados percibimos una sabiduría y una prudencia muy superiores a la inspiración del instinto: discernimos la intervención de Dios que guía todos los movimientos de esta ave para la instrucción de Noé y reaviva las esperanzas de su familia.

Otros siete días : una fuerte prueba presuntiva de que Noé observó el sábado durante su residencia en el arca.

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