Jerusalén, las ciudades de Judá, sus reyes y sus príncipes, para ponerlos en asolamiento, espanto, silbo y maldición, como en el día de hoy;

Jerusalén - en primer lugar: porque "el juicio comienza en la casa de Dios", siendo más culpables aquellos cuyos privilegios religiosos son mayores.

Sus reyes: Joaquín, Jeconías y Sedequías.

Como en este día - el cumplimiento de la maldición ya ha comenzado bajo Joacim. Esta cláusula, sin embargo, puede haber sido insertada por Jeremías en su revisión final de sus profecías en Egipto.

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